Libertad Lamarque





Libertad Lamarque

Acatriz y cantante

Nombre real: Libertad Lamarque Bouza




Rosario - Argentina
24/11/1908 - 12/12/2000




Libertad Lamarque





Volver



Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos,
van marcando mi retorno.
Son las mismas que alumbraron,
con sus pálidos reflejos,
hondas horas de dolor.
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor.
La quieta calle donde el eco dijo:
"Tuya es su vida, tuyo es su querer",
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches
que, pobladas de recuerdos,
encadenen mi soñar.
Pero el viajero que huye,
tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guarda escondida una esperanza humilde,
que es toda la fortuna de mi corazón.

Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez.





Cuesta Abajo



Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser,
bajo el ala del sombrero
cuantas veces embozada
una lagrima asomada
yo no pude contener.

Si cruce por los caminos
como un paria que el destino
se empeño en deshacer;
Si fui feliz y fui ciega,
solo quiero que comprendan
el valor que representa
el coraje de querer.

Era para mi la vida entera,
como un sol de primavera
mi esperanza y mi pasión.
Sabia, que en el mundo no cabía
toda la humilde alegría
de mi pobre corazón.

Ahora, cuesta abajo en mi rodada
las ilusiones pasadas
ya no las puedo arrancar.
Sueño, con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá...

Por seguir tras de sus huellas
yo bebí incansablemente
en mi copa de dolor;
pero nadie comprendía
que si todo yo lo daba,
en cada vuelta dejaba
pedazos de corazón...

Ahora, triste en la pendiente,
solitario y ya vencida,
yo me quiero confesar;
si aquella boca mentía
el amor que me ofrecía
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más.

Era para mi la vida entera,
como un sol de primavera
mi esperanza y mi pasión.
Sabia, que en el mundo no cabía
toda la humilde alegría
de mi pobre corazón.

Ahora, cuesta abajo en mi rodada
las ilusiones pasadas
ya no las puedo arrancar.
Sueño, con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá...





Loca



Loca, me llaman mis amigos,
que sólo son testigos
de mi liviano amor.
Loca,
¿qué saben lo que siento,
ni qué remordimiento
se oculta en mi interior?

Allá muy lejos, muy lejos,
donde el sol cae cada día,
un tranquilo hogar había
y en el hogar unos viejos.
La vida y su encanto era
una muchacha que huyó
sin decirles dónde fuera,
y esa muchacha soy yo.

Ya no existe más la casa,
ya no existen más los viejos
y una muchacha muy lejos,
sufriendo la vida pasa.
Y al caer todos los días
en aquella tierra el sol,
caen con él mis alegrías
y muere mi corazón.

Loca, me llaman mis amigos,
que sólo son testigos
de mi liviano amor.

Yo tengo, con alegrías,
que disfrazar mi tristeza,
y que hacen de mi cabeza
las pesadillas huir.
Yo tengo que ahogar en copas
la pena que me devora.
Cuando mi corazón llora,
mis labios deben reír.

Ya no existe más la casa,
ya no existen más los viejos
y una muchacha muy lejos,
sufriendo la vida pasa.
Y al caer todos los días
en aquella tierra el sol,
caen con él mis alegrías
y muere mi corazón.





El Choclo



Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.

Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...

Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.

Cara Caracaracanfunfa se hizo al mar con tu bandera
y en un perno mezcló a París con Puente Alsina.
Fuiste compadre del gavión y de la mina
y hasta comadre del bacán y la pebeta.
Por vos shusheta, cana, reo y mishiadura
se hicieron voces al nacer con tu destino...
¡Misa de faldas, querosén, tajo y cuchillo,
que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.

Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer...

Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado...
Hoy, que no tengo más a mi madre,
siento que llega en punta 'e pie para besarme
cuando tu canto nace al son de un bandoneón.





Adiós Muchachos



Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós muchachos. Ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mi todas las farras,
mi cuerpo enfermo no resiste más...

Acuden a mi mente
recuerdos de otros tiempos,
de los bellos momentos
que antaño disfrute,
cerquita de mi madre,
santa viejita,
y de mi noviecita
que tanto idolatre.
Se acuerdan que era hermosa,
mas bella que una diosa
y que, ebrio yo de amor,
le di mi corazón?
Más el Señor, celoso
de sus encantos,
hundiéndome en el llanto,
me la llevo.

Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós muchachos. Ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mi todas las farras,
mi cuerpo enfermo no resiste más...

Es Dios el juez supremo.
No hay quien se le resista.
Ya estoy acostumbrado
su ley a respetar,
pues mi vida deshizo
con sus mandatos
llevándose a mi padre
y a mi novia también.
Dos lagrimas sinceras
derramo en mi partida
por la barra querida
que nunca me olvido.
Y al darle, mis amigos,
el adiós postrero,
les doy con toda mi alma,
mi bendición.





Madreselva



Vieja pared del arrabal,
Tu sombra fue mi compañera.
De mi niñez sin esplendor
La amiga fue tu madreselva.

Cuando temblando mi amor primero
Con esperanzas besaba mi alma,
Yo junto a vos, pura y feliz,
Cantaba así mi primera confesión.

Madreselvas en flor, que me vieron nacer
Y en la vieja pared sorprendieron mi amor,
Tu humilde caricia es como el cariño
Primero y querido que siento por él.

Madreselvas en flor, que trepándose van
Es tu abrazo tenaz y dulzón como aquel,
Si todos los años tus flores renacen,
Hace que no muera mi primer amor...

Pasaron los años,
Y mis desengaños,
Yo vengo a contarte,
Mi vieja pared.

Así aprendí que hay que fingir,
Para vivir decentemente;
Que amor y fe, mentiras son,
Y del dolor se ríe la gente.

Hoy que la vida me ha castigado,
Y me ha enseñado su credo amargo,
Vieja pared, con emoción,
Me acerco a vos y te digo como ayer.

Madreselvas en flor, que me vieron nacer,
Y en la vieja pared sorprendieron mi amor,
Tu humilde caricia es como el cariño,
Primero y querido que nunca olvidé.

Madreselvas en flor, que trepándose van,
Es tu abrazo tenaz y dulzón como aquel...
Si todos los años tus flores renacen,
¿Por qué ya no vuelve mi primer amor?







Libertad Lamarque





A Media Luz



Y todo a media luz, crepúsculo interior,
Que suave terciopelo la media luz de amor.

Corrientes tres cuatro ocho, segundo piso, ascensor,
No hay porteros ni vecinos, adentro cóctel y amor.
Pisito que puso Maple, piano, estera y velador,
Un teléfono que contesta, una vitrola que llora.
Viejos tangos de mi flor y un gato de porcelana
pa que no maúlle el amor.

Y todo a media luz, que es un brujo el amor,
A media luz los besos, a media luz los dos.
Y todo a media luz, crepúsculo interior,
Que suave terciopelo la media luz de amor.

Agárrate Catalina que vamos a galopear.

Juncal doce veinticuatro, telefonea sin temor,
De tarde té con masitas, de noche tango y amor,
Los domingos té danzante, los lunes desolación.

Hay de todo en la casita, almohadones y divanes
como en botica, Coco, alfombras que no hacen ruido
y mesa puesta al amor...

Y todo a media luz, que es un brujo el amor,
A media luz los besos, a media luz los dos.
Y todo a media luz, crepúsculo interior,
Que suave terciopelo la media luz de amor.





Sus Ojos Se Cerraron



Sus ojos se cerraron...
y el mundo sigue andando,
su boca que era mía
ya no me besa más,
se apagaron los ecos
de su reír sonoro
y es cruel este silencio
que me hace tanto mal.

Fue mía la piadosa
dulzura de sus manos,
que dieron a mis penas
caricias de bondad,
y ahora que lo evoco
hundida en mi quebranto,
las lágrimas pensadas
se niegan a brotar,
y no tengo el consuelo
de poder llorar.

¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida!
¡porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarlo y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas,
con su limosna de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!

Como perros de presa
las penas traicioneras
celando su cariño
galopaban detrás,
y escondida en las aguas
de su mirada buena
la muerte agazapada
marcaba su compás.
En vano yo alentaba
febril una esperanza.
Clavó en mi carne viva
sus garras el dolor;
y mientras en las calles
en loca algarabía
el carnaval del mundo
gozaba y se reía,
burlándose el destino
me robó su amor.

¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida!
¡porqué esta mueca siniestra de la suerte!
Quise abrigarlo y más pudo la muerte,
¡Cómo me duele y se ahonda mi herida!
Yo sé que ahora vendrán caras extrañas,
con su limosna de alivio a mi tormento.
Todo es mentira, mentira es el lamento.
¡Hoy está solo mi corazón!





Sombras Nada Más



Sombras nada más
Acariciando mis manos
Sombras nada más.

Quisiera abrir lentamente mis venas
Mi sangre toda vertirla a tus pies
Para poderte demostrar
Que más no puedo amar
y entonces, morir después.

Y sin embargo tus ojos azules
Azul que tienen el cielo y el mar
Viven cerrados para mí
Sin verte estoy así
Perdida en mi soledad

Sombras nada más
Acariciando mis manos
Sombras nada más
en el temblor de mi voz.
Pude ser feliz
y estoy en vida muriendo,
y entre lágrimas viviendo
los pasajes más horrendos
de este drama sin final.
Sombras nada más
entre tu vida y mi vida
Sombras nada más
entre mi amor y tu amor.

Qué breve fue tu presencia en mi hastío
Qué tibias fueron tus manos y tu voz
Como luciérnaga llegó,
tu luz y disipó las sombras de mi rincón.
Y me quedé como un duende temblando
Sin el azul de tus ojos de mar
Que se han cerrado para mí
Sin verte estoy así
Perdida en mi soledad.

Sombras nada más
Acariciando mis manos
Sombras nada más
en el temblor de mi voz.
Pude ser feliz
y estoy en vida muriendo
y entre lágrimas viviendo
los pasajes más horrendos
de este drama sin final
Sombras nada más
entre tu vida y mi vida
Sombras nada más
entre mi amor y tu amor.





Caminito



Caminito que el tiempo a borrado
que juntos un día nos viste pasar
he venido por última vez
he venido a contarte mi mal.

Caminito que entonces estabas
bordado de trébol y juncos en flor
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.

Desde que se fue
triste vivo yo
caminito amigo, yo también me voy
desde que se fue
nunca mas volvió
seguiré tus pasos, caminito adiós.

Caminito que todas las tardes
feliz recorría cantando mi amor
no me digas y vuelve a pasar
que tu llanto el suelo llevó.

Caminito cubierto de cardos
la mano del tiempo tu huella borro
yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos.

Desde que se fue
triste vivo yo
caminito amigo, yo también me voy
desde que se fue
nunca mas volvió
seguiré tus pasos, caminito adiós, adiós, adiós.





Besos Brujos



¡Déjame, no quiero que me beses!
Por tu culpa estoy viviendo
la tortura de mis penas...
¡Déjame, no quiero que me toques!
Me lastiman esas manos,
me lastiman y me queman
No prolongues más mi desventura,
si eres hombre bueno así lo harás.
Deja que prosiga mi camino,
te lo pido a tu conciencia,
no te puedo amar.

Besos brujos, besos brujos
que son una cadena
de desdicha y de dolor.
Besos brujos...
yo no quiero que mi boca maldecida
traiga más desesperanzas
en mi alma... en mi vida...
Besos brujos...
¡Ah, si pudiera arrancarme
de los labios esta maldición!

¡Déjame, no quiero que me beses!
Yo no quiero que me toques,
lo que quiero es libertarme...
Nuevas esperanzas en tu vida
te traerán el dulce olvido,
pues tienes que olvidarme.
Deja que prosiga mi camino,
que es la salvación para los dos...
¿Que ha de ser tu vida al lado mío?
¡El infierno y el vacío!
Tu amor sin mi amor.

Besos brujos, besos brujos
que son una cadena
de desdicha y de dolor.
Besos brujos...
yo no quiero que mi boca maldecida
traiga más desesperanzas
en mi alma... en mi vida...
Besos brujos...
¡Ah, si pudiera arrancarme
de los labios esta maldición!





Adíos



Adiós
Que triste fue el adiós
que te grite al partir
ya sin voz de llorar.

Partir fue regresar a mi
al recordar tu voz
sin tenerte a ti
quien fue que así mato
nuestro destino sin amor
por que vivir así,
por que tanto dolor.
Adiós,
que triste fue el adiós amor
que enorme soledad
me dejo tu adiós.

Con el llanto en tus ojos
y las noches sin destino
te vi partir, destino cruel
que así mató aquel amor
que se perdió.
Adiós,
que triste fue el adiós amor
que enorme soledad
me dejó tu adiós.







Libertad Lamarque





El Día Que Me Quieras



Acaricia mi ensueño
el suave murmullo
de tu suspirar.
Como ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.

Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo, todo se olvida.

El día que me quieras
la rosa que engalana,
se vestirán de fiesta
con su mejor color.
y locas las fontanas
se contaran su amor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.

Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa que veras
que eres mi consuelo.





Uno



Si yo tuviera el corazón,
el mismo que perdí;
si olvidara que al que ayer
lo destrozó y pudiera amarte.
Me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor.

Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel y es mucha,
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.

Uno va arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor
sufre y se destroza,
hasta entender
que uno se quedo sin corazón.

Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engañó;
vacío ya de amar y de llorar
tanta traición...

Si yo tuviera el corazón,
el corazón que di;
si yo pudiera, como ayer,
querer sin presentir.

Es posible que a tus ojos,
que me gritan su cariño,
los cerrara con mis besos
sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.

Si yo tuviera el corazón,
el mismo que perdí;
si olvidara a la que ayer
lo destrozó y pudiera amarte.
Me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor.





Cambalache



Que el mundo fue
y será una porquería
ya lo sé
En el quinientos seis
y en el dos mil también.

Que siempre ha habido ratas
maquiavelos y estafaos
contentos y amargaos
valores y dublés.

Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de malda insolente
ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor
Ignorante sabio o rata
malandrín o estafador.

Todo es igual
nada es mejor
lo mismo un burro
que un gran profesor.

No hay aplazaos
ni escalafón
los inmorales
nos han igualao.

Da lo mismo el que trabaja
noche y día como un buey
que el que vive de los otros
que el que mata o el que cura
o esta fuera de la ley.

Que falta de respeto
pero que atropello a la razón
cualquiera es un señor
cualquiera es un ladrón.

Mezclao con San Felipe
Al Capone y La Mignon
Don Chicho y Napoleón
Cortez y San Martín.

Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida.

Y herido por un sable
sin remaches
ves llorar a un cristo
sobre un acordeón.

Siglo veinte cambalache
problemático y febril
el que no llora no mama
y el que no roba es un idiota.

Dale nomás
dale que va
que allá en le horno
nos vamo a encontrar.

No pienses más
sentate a un lao
que a nadie importa
si naciste honrao.

Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición
da lo mismo que sea cura
colchonero rey de bastos
caradura o polizón.





Amor De Mis Amores



Poniendo la mano
Sobre el corazón
Quisiera decirte
Al compás de un son

Que tú eres mi vida
Que no quiero a nadie
Que respiro el aire
Que respiro el aire
Que respiras tú.

Amor de mis amores
Sangre de mi alma
Regálame las flores
De la esperanza.

Permite que ponga
Toda la dulce verdad
Que tienen mis dolores
Para decirte que tú eres
El amor de mis amores.





Malena



Malena canta el tango como ninguna
y en cada verso pone su corazón.
A yuyo de suburbio su voz perfuma.
Malena tiene pena de bandoneón.

Tal vez allá, en la infancia, su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón;
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol...

Malena canta el tango con voz de sombra;
Malena tiene pena de bandoneón.

Su canción
tiene frío del último encuentro.
Su canción
se hace amarga en la sal del recuerdo
Yo no sé
si tu voz es la flor de una pena,
solo sé
que al rumor de tus tangos, Malena,
te siento más buena,
más buena que yo.

Tus ojos son oscuros como el olvido;
tus labios, apretados como el rencor;
tus manos, dos palomas que tienen frío;
tus venas tienen sangre de bandoneón...

Tus tangos son criaturas abandonadas
que cruzan sobre el barro del callejón
cuando todas las puertas están cerradas
y ladran los fantasmas de la canción.

Malena canta el tango con voz quebrada;
Malena tiene pena de bandoneón.





Silencio



Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme.
La ambición descansa.

Meciendo una cuna,
una madre canta
un canto querido
que llega hasta el alma,
porque en esa cuna,
está su esperanza.

Eran cinco hermanos.
Ella era una santa.
Eran cinco besos
que cada mañana
rozaban muy tiernos
las hebras de plata
de esa viejecita
de canas muy blancas.
Eran cinco hijos
que al taller marchaban.

Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme,
la ambición trabaja.

Un clarín se oye.
Peligra la Patria.
Y al grito de guerra
los hombres se matan
cubriendo de sangre
los campos de Francia.

Hoy todo ha pasado.
Renacen las plantas.
Un himno a la vida
los arados cantan.
Y la viejecita
de canas muy blancas
se quedó muy sola,
con cinco medallas
que por cinco héroes
la premió la Patria.

Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme,
la ambición descansa.

Un coro lejano
de madres que cantan
mecen en sus cunas,
nuevas esperanzas.
Silencio en la noche.
Silencio en las almas.













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