Robert Bridges





Robert Seymour Bridges

Poeta, médico



Walmer - Reino Unido
23/10/1844 - 21/04/1930





AMO LAS COSAS HERMOSAS




Amo las cosas hermosas,
Las busco y las adoro;
Son la mejor alabanza para Dios,
Y para el hombre de estos apresurados días
Son el mayor honor.

También yo haré algo
Y disfrutaré de ellas mientras tanto,
Aunque mañana parezcan ser tan solo
Como palabras de un sueño
Débilmente recordado al despertar.





HE AMADO FLORES QUE SE MARCHITARON




He amado flores que se marchitaron,
Dentro de cuyos mágicos pétalos
Ricos colores se mezclan
Con olores de dulces esencias:
El deleite de la luna de miel,
La alegría de un amor a primera vista,
Sensaciones que envejecen en una hora
¡Mi poema es como esa flor!

He amado aires que mueren
Antes de que su encanto haya sido escrito
A lo largo de un cielo líquido
Que tiembla para recibirles.
Notas que, con el pulso de fuego,
Proclaman el deseo del espíritu,
Y entonces mueren, y se van a ninguna parte
¡Mi poema es como ese aire!

Muere, poema, muere como una exhalación,
Y marchita como una flor;
No temas una muerte florida,
¡No temas una tumba de aire!
¡Vuela con deleite, vuela!
Es este el sentido de tu amor.
Para festejarlo, ahora en tu féretro
La Belleza verterá una lágrima.





LA TARDE VA OSCURECIENDO




La tarde va oscureciendo
Después de este día tan luminoso,
Olas bravías descubren
Que salvaje será la noche.
Suena a lo lejos un profundo trueno.

Las últimas gaviotas cubren el horizonte
A lo largo de la pura altura del precipicio;
Como vagos recuerdos en la memoria,
Los últimos estremecimientos de deleite,
Las alas blancas ya perdieron su blancura.

No queda una sola nave a la vista;
Y, cuando el sol se va ocultando,
Las espesas nubes conspiran para cubrir
A la Luna, que debe subir más allá.
Únicamente vida, anhelada amante.





BELLAS DEBEN SER LAS MONTAÑAS DE LAS QUE VIENES




Bellas deben ser las montañas de las que vienes
Y luminosos los arroyos de esos fructíferos valles,
Aprendo tu canción:
¿Dónde están esos bosques estrellados? Puede que yo vague por allí,
Entre esas flores de aire celestial
Que florecen todo el año.

No, se han consumido esas montañas y se han secado los arroyos:
Nuestra canción es sólo la voz de un deseo que frecuenta nuestros sueños,
Un trozo del corazón,
De quien, afligiéndose las visiones, oscuras esperanzas prohíben sueños profundos,
Ninguna cadencia agonizante, ningún suspiro largo puede permanecer
Para todo nuestro ser.

Solos, resonando los oídos de arrebatados hombres,
Vertemos nuestro secreto nocturno y oscuro; y entonces,
Cuando la noche se retira
De estos dulces licores saltando y estallando ramas de mayo,
Sueña, mientras el inabarcable coro del día
Da la bienvenida al alba.





MI DELEITE Y TU DELEITE




Mi deleite y tu deleite
Caminando, como dos ángeles blancos,
En los jardines de la noche.

Mi deseo y tu deseo
Danzando en una lengua de fuego,
Brincando viven y riendo crecen,
A través de la disputa eterna
En el misterio de vida.

El amor, desde el cual surgió el mundo,
Guarda el secreto del Sol.

El amor puede decir y amar exclusivamente
Donde, entre millones de estrellas,
Cada átomo se sabe a sí mismo;
Cómo, a pesar de las penas y la muerte,
La vida es alegre y dulce es la respiración.

Esto que él nos enseñó, esto que nosotros supimos
Cierto, en su ciencia verdadero,
Mano sobre mano, como estábamos
Entre las sombras del bosque,
Corazón con corazón, como nosotros nos poníamos
En el alba del día.





VIENTOS DEL SUR FORTALECEN EL VENDAVAL




Vientos del sur fortalecen el vendaval,
Las nubes vuelan veloces atravesando la Luna,
La casa es golpeada con violencia,
Y la chimenea se estremece en la explosión.

En esta noche, cuando el aire ha desatado
Su abrazo guardián en sangre y mente,
Viejos temores de Dios o de fantasmas
Se arrastran de nuevo desde sus cuevas a la vida.

Y la vaga razón que todavía queda
Una casa frecuentada, arrendatarios desconocidos
Afirman su escuálido arriendo de pecado
Con un título más temprano que el propio.

Presencias incorpóreas, condensadas,
La polución y remordimiento del tiempo
Resbalaron entre olvidos
Los horrores de crímenes pasados.

Algunos sofocarían la angustia con una oración
De quien los ciegos pasos forran el suelo,
De quien las montañas traspasan ilegales barreras
O estallan una prohibida puerta cerrada con llave.

Algunos han visto los cadáveres anhelando descanso eterno,
Escapando de un santificante control
Forman un pálido conjunto, nunca escuchado
Es el chillar de almas en pena.

Así vagan hasta cruzar el alba
Con dolorosa oscuridad o desde la profunda herida de la tierra,
Más cerca cada vez de la tormenta protectora, y empujando
Esos fantasmas malsanos bajo tierra.







Robert Bridges


ON A DEAD CHILD

Perfect little body, without fault or stain on thee,
With promise of strength and manhood full and fair!
Though cold and stark and bare,
The bloom and the charm of life doth awhile remain on thee.

Thy mother's treasure wert thou;--alas! no longer
To visit her heart with wondrous joy; to be
Thy father's pride:--ah, he
Must gather his faith together, and his strength make stronger.

To me, as I move thee now in the last duty,
Dost thou with a turn or gesture anon respond;
Startling my fancy fond
With a chance attitude of the head, a freak of beauty.

Thy hand clasps, as 'twas wont, my finger, and holds it:
But the grasp is the clasp of Death, heartbreaking and stiff;
Yet feels to my hand as if
Twas still thy will, thy pleasure and trust that enfolds it.

So I lay thee there, thy sunken eyelids closing,
Go lie thou there in thy coffin, thy last little bed!
Propping thy wise, sad head,
Thy firm, pale hands across thy chest disposing.

So quiet! doth the change content thee? Death, whither hath he taken thee?
To a world, do I think, that rights the disaster of this?
The vision of which I miss,
Who weep for the body, and wish but to warm thee and awaken thee?

Ah! little at best can all our hopes avail us
To lift this sorrow, or cheer us, when in the dark,
Unwilling, alone we embark,
And the things we have seen and have known and have heard of, fail us.







Robert Bridges


SPIRITS

Angel spirits of sleep,
White-robed, with silver hair,
In your meadows fair,
Where the willows weep,
And the sad moonbeam
On the gliding stream
Writes her scatter'd dream:

Angel spirits of sleep,
Dancing to the weir
In the hollow roar
Of its waters deep;
Know ye how men say
That ye haunt no more
Isle and grassy shore
With your moonlit play;
That ye dance not here,
White-robed spirits of sleep,
All the summer night
Threading dances light?




Reseña biográfica

Nació en Walmer, en el condado inglés de Kent, al sureste de Londres.

Se educó en el Colegio Eton y en el Colegio Corpus Christi de la Universidad de Oxford. Allí conoció a Gerard Manley Hopkins, con el cual mantendría una amistad hasta la muerte de éste en 1889. Realizó estudios de medicina en el Hospital St. Bartholomew de Londres.

Ejerció como médico en el hospital para niños Great Ormond Street, pero después de contraer una neumonía, tuvo que retirarse en 1882.

Tras haberse recuperado se dedicó plenamente a la escritura, aunque su carrera literaria no comenzó ahí, sino que unos años antes, en 1873, ya había publicado un libro de poesía. En 1913 fue nombrado poeta laureado.

En 1884 se casó con Monica Waterhouse, que era hija de Alfred Waterhouse, con la que tuvo tres hijos, de los cuales se encuentra la poetisa Elizabeth Daryush.

Vivieron en Yattendon, después en Boar's Hill, y finalmente en Oxford, donde Robert Bridges fallecería en 1930.

Fue gracias a él que la poesía de su amigo Gerard Manley Hopkins fue reconocida después del fallecimiento de éste, ya que publicó, en 1918, un libro donde se recogía prácticamente la obra completa de Hopkins.

Robert Bridges también contribuyó de forma notable en la himnología con la publicación de Yattendon Hymnal en 1899.

Se considera que esta colección de himnos hace de puente entre la himnología de la época victoriana y el final de la segunda mitad del siglo XIX; y la himnología moderna de principio del siglo XX.

Bridges tradujo himnos históricos importantes, de los cuales muchos se encuentran en sus libros Songs of Syon de 1904 y English Hymnal de 1906.













(ver mas poetas)




(volver a inicio)



Visitas

free counters

Seguidores