Joaquín Sabina





Joaquín Sabina

Cantautor

Nombre real: Joaquín Ramón Martínez Sabina




Úbeda, Jaén - España
12/02/1949




Joaquín Sabina





19 Días y 500 Noches



Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,
ladrando, a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.

Tenían razón
mis amantes
en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no.
Así que se fue,
me dejó el corazón
en los huesos
y yo de rodillas.
Desde el taxi,
y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.

Y regresé
a la maldición
del cajón sin su ropa,
a la perdición
de los bares de copas,
a las cenicientas
de saldo y esquina,
y, por esas ventas
del fino Laína,
pagando las cuentas
de gente sin alma
que pierde la calma
con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando
la bolsa y la vida
la fui, poco a poco,
dando por perdida.

Y eso que yo,
para no agobiar con
flores a María,
para no asediarla
con mi antología
de sábanas frías
y alcobas vacías,
para no comprarla
con bisutería,
ni ser el fantoche
que va, en romería,
con la cofradía
del Santo Reproche,
tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.

Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así,
se vengaba, a través del olvido,
Cupido de mí.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.

Me abandonó,
como se abandonan
los zapatos viejos,
destrozó el cristal
de mis gafas de lejos,
sacó del espejo
su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones
del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino
de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.





Y Sin Embargo



De sobra sabes
Que eres la primera
Que no miento si juro que daría
Por ti la vida entera, por ti la vida entera.
Y sin embargo un rato cada día
Ya ves
Te engañaría con cualquiera
Te cambiaría por cualquiera.
Mitad arrepentido y encantado
De haberme conocido, lo confieso
Tú que tanto has besado tú

Que me has enseñado
Sabes mejor que yo
Que hasta los huesos
Sólo calan los besos que no has dado
Los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una embajada
El pasillo de un tren de madrugada
Un laberinto sin luz, ni vino tinto
Un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando
Y sinembargo cuando duermo sin ti
Contigo sueño,
Y con todas si duermes a mi lado,
Y si te vas me voy por los tejados
Como un gato sin dueño
Perdido en el pañuelo de amargura
Que empaña sin marcharla tu hermosura.

No debería contarlo y sin embargo
Cuando pido la llave de un hotel
Y a medianoche encargo
Un buen champán francés
Y cena con velitas para dos
Siempre es con otra, amor, nunca contigo
Bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina
Un teléfono ardiendo en la cabina
Una palmera en el museo de cera
Un exódo de oscuras golondrinas.

Y me envenenan los besos que voy dando
Y sin embargo cuando duermo sin ti,
Contigo sueño.
Y con todas si duermes a mi lado
Y si te vas, me voy por los tejados
Como un gato sin dueño,
Perdido en el pañuelo de amargura
Que empaña sin mancharla tu hermosura.
Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina
Y baile sin orquesta
Y ramos de rosas, con espinas
Pero dos no es igual que uno más uno
Y el lunes, al café del desayuno, vuelve la guerra fría
Y al cielo de tu boca el purgatorio
Y al dormitorio el pan de cada día.
(repite este último párrafo)

Y me envenenan los besos que voy dando.





Princesa



Entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma
de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, "vale,
déjame veinte duros".
Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cúantas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa...
Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

No ves que ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.





Peor Para El Sol



"¿Qué adelantas sabiendo mi nombre?
Cada noche tengo uno distinto
y siguiendo la voz del instinto
me lanzo a buscar..."
"Imagino, preciosa, que un hombre."
"Algo más, un amante discreto,
que se atreva a perderme el respeto.
¿No quieres probar?"

"Vivo justo detrás de la esquina,
no me acuerdo si tengo marido.
Si me quitas con arte el vestido,
te invito a champán."
Le solté al barman mil de propina,
apure la cerveza de un sorbo,
acertó quien "El templo del morbo"
le puso a este bar.

Peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar,
mientras que un servidor
le levanta la falda a la luna.

Al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo.
Un piso antes del séptimo cielo
se abrió el ascensor.
Nos sirvió para el último gramo
el cristal de su foto de boda.
No faltó ni el desfile de moda
de ropa interior.

"En mi casa no hay nada prohibido,
pero no vayas a enamorarte.
Con el alba tendrás que marcharte
para no volver
Olvidando que me has conocido,
que una vez estuviste en mi cama.
Hay caprichos de amor que una dama
no debe tener."

Peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar,
mientras que un servidor
le levanta la falda a la luna.

"Es mejor - le pedí - que te calles:
no me gusta invertir en quimeras.
Me han traído hasta aquí tus caderas,
no tu corazón."
Y después, ¿para que más detalles?
Ya sabéis, copas, risas, excesos.
¿Cómo van a caber tantos besos
en una canción?

Volví al bar a la noche siguiente,
a brindar con su silla vacía.
Me pedí una cerveza bien fría
y entonces no sé si soñé
o era suya la ardiente
voz que me iba diciendo al oído:
"Me moría de ganas, querido,
de verte otra vez."

Peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar,
mientras que un servidor
le levanta la falda a la luna.

Peor para el sol.





Contigo



Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero cortarme la coleta,
cambiarme de planeta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Porque amores que matan nunca mueren
y morirme contigo si te matas.





La Cancion Mas Hermosa Del Mundo



Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,
medio par de zapatos de clown y un alma en almoneda,
una hispano olivetti con caries, un tren con retraso,
un carné del Atleti, una cara de culo de vaso,

un colegio de pago, un compás, una mesa camilla,
una nuez, o bocado de Adán, menos una costilla,
una bici diabética, un cúmulo, un cirro, un strato,
un camello del rey Baltasar, una gata sin gato,

mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero,
mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres Mosqueteros,
mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete de copas,
el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa.

Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de pulsera,
una lámpara de Alí Babá dentro de una chistera,
no sabía que la primavera duraba un segundo,
yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

Les presento a mi abuelo bastardo, a mi esposa soltera,
al padrino que me apadrinó en la legión extranjera,
a mi hermano gemelo, patrón de la merca ambulante,
a Simbad el marino que tuvo un sobrino cantante,

al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha,
a mi chupa de cota de mallas contra la desdicha,
mariposas que cazan en sueños los niños con granos
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo sin manos.

Me libré de los tontos por ciento, del cuento del bisnes,
dando clases en una academia de cantos de cisne,
con Simón de Cirene hice un tour por el monte Calvario,
¿qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?

Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera,
si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera,
heredé una botella de ron de un clochard moribundo,
olvidé la lección a la vuelta de un coma profundo.

Nunca pude cantar de un tirón
la canción de las babas del mar, del relámpago en vena,
de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,
de la página encinta en el vientre de un bloc trotamundos,
de la gota de tinta en el himno de los iracundos.

Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.







Joaquín Sabina





Eclipse De Mar



Hoy dice el periódico
que ha muerto una mujer que conocí,
que ha perdido en su campo el atleti
y que ha amanecido nevando en parís.
Que han pillado un alijo de coca,
que a piscis y acuarios les toca
el vinagre y la hiel.
Que aprobó el parlamento europeo
una ley a favor de abolir el deseo
que falló la vacuna anti sida,
que un golpe de ha triunfado en la luna
y movidas así.
Pero nada decía la prensa de hoy de esta sucia pasión,
de este lunes marrón
del obsceno sabor a cubata de ron de tu piel,
del olor a colonia barata del amanecer.
Hoy amor, como siempre
el diario no hablaba de ti, ni de mí.
hoy amor, igual que ayer, como siempre
el diario no hablaba de ti, ni de mí.
Hoy dijo la radio
que han hallado muerto al niño que yo fui
que han pagado un pasote de pelas
por una acuarela falsa de dalí.
Que ha caído la bolsa en el cielo,
que siguen las putas en huelga de celo en moscú.
que subió la marea,
que fusilan mañana a jesús de judea,
que creció el agujero de ozono,
que el hombre de hoy es el padre del mono del año 2000.
Pero nada decía el programa de hoy de este eclipse de mar,
de este salto mortal,
de tu voz tiritando en la cinta del contestador,
de la manchas que deja el olvido a través del colchón.

Hoy amor, como siempre
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
ni de mí.

Hoy amor, como siempre
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
ni de mí.

Hoy amor, igual que ayer, como siempre
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
el diario no hablaba de ti,
ni de mí.





Pacto Entre Caballeros



No pasaba de los veinte
El mayor de los tres chicos
Que vinieron a atracarme el mes pasado.

"subvenciónanos un pico
Y no te hagas el valiente
Que me pongo muy nervioso si me enfado."

Me pillaron diez quinientas
Y un peluco marca omega
Con un pincho de cocina en la garganta,
Pero el bizco se dio cuenta
Y me dijo -"oye, colega,
Te pareces al sabina ese que canta."

Era un noche cualquiera,
Puede ser que fuera trece,
¿qué más da? pudiera ser que fuera martes.
Sólo se que algunas veces
Cuando menos te lo esperas
El diablo va y se pone de tu parte.

-"este encuentro hay que mojarlo
Con jarabe de litrona,
Compañeros antes de que cante el gallo"-
-"tranquilo, tronco, perdona,
Y un trago pa celebrarlo"-
Los tres iban hasta el culo, de caballo.

A una barra americana
Me llevaron por la cara,
No dejaron que pagara ni una ronda,
Controlaban tres fulanas
Pero a mi me reservaban
Los encantos de "maruja la cachonda".

Nos pusimos como motos,
Con la birra y los canutos
Se cortaron de meterse algo más fuerte;
Nos hicimos unas fotos
De cabina en tres minutos...,
Parecemos la cuadrilla de la muerte.

Protegidos por la luna
Cogieron prestado un coche,
Me dejaron en mi queli y se borraron
Por las venas de la noche
-"enróllate y haznos una
Copla guapa de la tuyas"- me gritaron.

Me devolvieron intacto,
Con un guiño mi dinero,
La cadena, la cartera y el reloj;
Yo, que siempre cumplo un pacto
Cuando es entre caballeros,
Les tenía que escribir este rock and roll.

Hoy venía en el diario
El careto del más alto,
No lo había vuelto a ver desde aquel día;
Escapaba del asalto
Al chalé de un millonario
Y en la puerta le esperó la policía.
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha policía
Mucha, mucha...





Y nos dieron las diez



Fue en un pueblo con mar,
una noche después de un concierto
tú reinabas detrás de la barra
del único bar que vimos abierto,
cántame una canción al oído
y te pongo un cubata
con una condición, que me dejes abierto
el balcón de tus ojos de gata.
Loco por conocer los secretos
de tu dormitorio
esa noche canté al piano del amanecer
todo mi repertorio.
Los clientes del bar, uno a uno,
se fueron marchando
tú saliste a cerrar, yo me dije,
cuidado chaval te estás enamorando.
Luego todo pasó de repente,
tu dedo en mi espalda
dibujó un corazón y mi mano
desapareció debajo de la falda.
Caminito al hostal nos besamos
en cada farola
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo
y tú no querías dormir sola.

Y nos dieron las diez y las once,
las doce y la una, y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna,

Nos dijimos adiós, ojalá,
que volvamos a vernos, ojalá,
el verano acabó, el otoño duró
lo que tarda en llegar el invierno.
Y a tu pueblo el azar, otra vez,
el verano siguiente
me llevó y al final del concierto
me puse a buscar tu cara entre la gente
y no hallé quien de ti me dijera
ni media palabra,
parecía como si me quisiera el destino
gastar una broma macabra.
No había nadie detrás de la barra
del otro verano
y en lugar de tu bar, me encontré
una sucursal del banco
hispanoamericano,
tu memoria vengué, a pedradas
contra los cristales,
sé que no lo soñé,
protestaba mientras me esposaban
los municipales,
en mi declaración alegué
que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en le cuarto donde aquella vez
te quitaba la ropa.

Y nos dieron las diez y las once,
las doce y la una, y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna.

Y nos dieron las diez y las once,
las doce y la una, y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna.





69 Punto G



En la 69 punto G
tiene el corazón una oficina
donde don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina,
imagínate.
Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada
para alunizar.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un Debussy
crepuscular
toca en el dial
la seguidilla de Buñuel,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.

Las epidemia fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas
de los cabarés.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un B.B. King
sentimental
toca en el dial
la sonatina de Rubén,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.
Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la ralla del amanecer
en la
69 punto G

en la
69 punto G

en la
69 punto G





Pastillas Para No Soñar



Si lo que quieres es vivir cien años
No pruebes los licores del placer.
Si eres alérgico a los desengaños
Olvídate de esa mujer.
Compra una máscara antigás,
Manténte dentro de la ley.
Si lo que quieres es vivir cien años
Haz músculos de cinco a seis.

Y ponte gomina que no te despeine
El vientecillo de la libertad.
Funda un hogar en el que nunca reine
Más rey que la seguridad.
Evita el humo de los puros,
Reduce la velocidad.
Si lo que quieres es vivir cien años
Vacúnate contra el azar.

Deja pasar la tentación
Dile a esa chica que no llame más
Y si protesta el corazón
En la farmacia puedes preguntar:
¿tiene pastillas para no soñar?

Si quieres ser matusalén
Vigila tu colesterol
Si tu película es vivir cien años,
No vivas como vivo yo.

Y deja pasar la tentación
Dile a esa chica que no llame más
Y si protesta el corazón
En la farmacia puedes preguntar:
Señorita por favor:
¿tiene pastillas para no soñar?

Deja pasar la tentación
Dile a esa chica que no llame más
Y si protesta el corazón
En la farmacia puedes preguntar:
Señorita por favor:
¿tiene pastillas para no soñar?

¿tiene pastillas para no soñar?

¿tiene pastillas para no soñar?





Yo Quiero Ser Una Chica Almodovar



Yo quiero ser una chica almodovar
Como la maura, como victoria abril
Un poco lista, un poquitín boba,
Ir con madonna en una limousine.

Yo quiero ser una chica almodovar
Como bibí, como miguel bosé
Pasar de todo y no pasar de moda,
Bailar contigo el último cuplé.

Y no parar de viajar del invierno al verano,
De madrid a new york, del abrazo al olvido,
Dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
De tacones lejanos.

Encontrar la salida de este gris laberinto,
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto,
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!

Yo quiero ser una chica almodovar
Como pepi, como luci como bom
Venderle al garbo mis secretos de alcoba,
Ponerme luto por un matador.

Yo quiero ser una chica almodovar
Que a su chico le suplique ¡atame!
No dar el alma sino a quien me la roba,
Desayunar en tifanis con él.

Y no permitir que me coman el coco
Esas chungas movidas de croatas y serbios
Ir por la vida al borde de un ataque de nervios,
Con faldas y a lo loco.

Encontrar la salida de este gris laberinto,
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto,
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!

Como patidifusa escribir mis memorias,
Apuntarme a cualquier tipo de bombardeo
No tener otra fe que la piel,
Ni más ley que la ley del deseo.

Encontrar la salida de este gris laberinto,
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto,
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!

Encontrar la salida de este gris laberinto,
Sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto,
Tener en cada puerto un amante distinto
No gritar ¡que he echo yo, para merecer esto!







Joaquín Sabina





Noches De Boda



Que el maquillaje no apague tu risa,
Que el equipaje no lastre tus alas,
Que el calendario no venga con prisas,
Que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
Que gane el quiero la guerra del puedo,
Que los que esperan no cuenten las horas,
Que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
Que el escenario me tiña las canas,
Que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
Ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
Que los otoños te doren la piel,
Que cada noche sea noche de bodas,
Que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
Que las mentiras parezcan mentira,
Que no te den la razón los espejos,
Que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de ti el desamparo,
Que cada cena sea tu última cena,
Que ser valiente no salga tan caro,
Que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
Que no te vendan amor sin espinas,
Que no te duerman con cuentos de hadas,
Que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
Que los otoños te doren la piel,
Que cada noche sea noche de bodas,
Que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean lunas de miel.





Besos En La Frente



Las gafitas de las pecas,
con complejo de muñeca
desconchada
frota su cuerpo desnudo
contra el lino blanco y mudo
de la almohada.

Invisible entre la gente.
Condenada a ser decente,
según fama que del cuello le colgaron
los que nunca la invitaron
a su cama

Cuando agoniza la fiesta
todas encuentran pareja
menos Lola
que se va, sin ser besada,
a dormirse como cada
noche sola
y una lágrima salada
con sabor a mermelada
de ternura
moja el suelo de su alcoba
donde un espejo le roba
la hermosura.

Nadie sabe cómo le queman en la boca
tantos besos que no ha dado,
tiene el corazón tan de par en par y tan oxidado.
Ojos lujuriosos de hombre que en el último metro
buscan y desean
nunca miran dentro del escote de las feas.

Besos en la frente,
besos en la frente le dan;
besos en la frente,
nadie trata de ir más allá…
yo quise probar.

Yo que, en cosas del amor,
nunca me he guiado por
las apariencias,
en su cintura encontré
una mariposa de
concupiscencia.

Las más explosivas damas
me dejaban en la cama
congelado
-”ten cuidado al desnudarme,
no vayas a estropearme
mi peinado”-

Lola sí que lo ha comprendido, por caminos
escondidos ha buscado
el agua que mana el oscuro manantial del pecado.
Y aunque me ha dejado marcado como un mapa
de arañazos en la espalda
nunca hallé tanto calor como bajo su falda,
y le he pedido “vente conmigo” aunque la peña
diga “tío, que mal te lo montas”,
harto como estaba de tanta guapa insípida y tonta.

Paso de la falsa belleza igual que el sabio
que no cambia París por su aldea
y me abrazo a la verdad desnuda de mi fea.

Besos en la frente,
besos en la frente le dan;
besos en la frente,
nadie trata de ir más allá…
yo quise probar

Besos en la frente,
besos en la frente le dan;
besos en la frente,
nadie trata de ir más allá…
yo quise probar

Besos en la frente,
es lo que la gente le da,
besos en la frente le dan;
besos en la frente,
nadie trata de ir más allá…





Calle MelancolÍa



Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.





Así Estoy Yo Sin Tí



Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,

oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...,
Así estoy yo, así estoy yo, sin tí.

Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...,
así estoy yo, así estoy yo, sin tí.

Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.

Así estoy yo, así estoy yo,
así estoy yo... sin tí.

Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,

errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto...,
así estoy yo, así estoy yo, sin tí.

Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...,
así estoy yo, así estoy yo, sin tí.

Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.

Así estoy yo, así estoy yo,
así estoy yo... sin ti.

Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.

Así estoy yo, así estoy yo,
así estoy yo... sin tí.





Ganas De



Hierven los clubs y los adolescentes
comen pastillas de colores.
Harto de mal vivir el siglo veinte
muere de mal de amores.

Los hechiceros de la tribu resucitan
para invertir en mis pecados
y hacen los traficantes de estampitas
su agosto en el supermercado.

Y la mentira vale más que la verdad
y la verdad es un castillo de arena
y por las autopistas de la libertad
nadie se atreve a conducir sin cadenas.

Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que te quiero.

Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.

Cada mañana salto de la cama
pisando arenas movedizas,
cuesta vivir cuando lo que se ama
se llena de ceniza.

Y por las calles vaga solo el corazón
sin un mal beso que llevarse a la boca
y sopla el viento frío de la humillación
envileciendo cada cuerpo que toca.

Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que me muero de
ganas de decirte que
que te quiero.

Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.

Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que me muero de
ganas de decirte que
que te quiero.

Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.

Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero y que prefiero y que prefiero
la guerra contigo al invierno sin ti.





Como Un Dolor De Muelas



Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,

Como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,

Como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera…
una oración, una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto…
del corazón, del corazón

del corazón, del corazón.













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